Prólogo
Comparto el espíritu del texto de Christian.
Comparto el espíritu que debería guiar nuestras tradiciones, pero lamento el creciente folclore donde cada uno escenifica su propia ceremonia, en una absurda escalada publicitaria. Sin embargo, existe un COMLE (Comité de Legionarios) para la legión activa y una federación de asociaciones de veteranos; sus estructuras son más que suficientes.
Al esforzarnos constantemente por "hacerlo mejor", nos alejamos de la sobriedad y la dignidad que deberían ser esenciales para entrar en el mundo del espectáculo.
Que quienes rechazan este circo finalmente no tengan otra opción que retirarse lo dice todo.
LEGION'ARTS (PyC)
¡Salieron de la sartén, pero... aun así!
Por Christian Morisot
Los veteranos de la Legión, como otros, a menudo, impulsados por la nostalgia, tienden a sucumbir a la mentalidad de "las cosas eran mejores antes" o "en mi época"... Podemos reírnos de ello. El personal en servicio activo ciertamente lo hace, pero aun así…
Como cualquier organismo vivo, la Legión no puede ni debe permanecer estática. Debe adaptarse constantemente a las nuevas normas, los cambios normativos, la evolución de la sociedad que la rodea, de la que extrae sus recursos humanos, y el inevitable paso del tiempo… Una de sus principales fortalezas, siempre nos ha parecido, es el considerable peso de sus tradiciones que, como la piedra filosofal destinada a transformar los metales básicos en plata y oro, transforman, mediante una alquimia única, la diversidad humana que nos llega de las unidades de la Legión. Por lo tanto, "¡More Majorum!", "A la manera de nuestros antepasados", es, como todos saben, el lema de dos de nuestros regimientos, y no el menos importante: la gloriosa Semibrigada y el igualmente famoso 2.º Regimiento Paracaidista Extranjero (2.º REP). Los monumentos de estos dos regimientos dan testimonio de ello. Pero aun así…
La veneración a nuestros mayores y la transmisión de las tradiciones garantizan una mentalidad que, abrazando tanto la modernidad como el cambio, da como resultado el espíritu de cuerpo que tantos envidian… Pero aun así…
Sin nostalgia, pero con lucidez, nos asombran ciertos hechos que antaño habrían ofendido la inteligencia y el decoro de los legionarios y que hoy parecen haberse infiltrado discretamente en la mente de la gente.
En 1984, el General J.C. Coullon, Comandante en Jefe, creó el Código de Honor de los Legionarios en consulta con sus entonces comandantes. Al enviar el "producto terminado" a todas las unidades, escribió en su directiva:
"Deseo especificar el marco general dentro del cual se impartirá, lo cual excluye cualquier proclamación de carácter solemne u ostentoso. De hecho, la ética y el folclore nunca deben confundirse".
Sin embargo, a pesar de esta directiva formal, desde hace algunos años asistimos a una exhibición folclórica, casi grotesca, de este Código de Honor durante la entrega de kepis blancos a las secciones de entrenamiento. El legionario se convierte entonces en una herramienta de comunicación pública.
Durante una ceremonia pública, los nuevos legionarios, sosteniendo sus kepis en la mano derecha, realizan un movimiento a tres voces sincronizado al son de un canto unísono de "Legio Patria Nostra", que finaliza con la colocación del kepi sobre sus cabezas. ¿Cuándo veremos un "¡Hombres de rodillas, legionarios de pie!"?
Sin detenerse ahí, y como para informar a la multitud de espectadores que la Legión Extranjera está compuesta mayoritariamente por extranjeros, el jefe de la sección en cuestión eligió entre sus hombres al que tenía el acento extranjero más marcado para que recitara cada artículo del Código, de modo que la sección pudiera repetirlo al unísono estruendoso.
Es hermoso... es grandioso... es ruidoso... pero aun así...
Estas ceremonias a veces tienen lugar en lugares de importancia histórica; como Mont-Mouchet, un bastión de la Resistencia en Auvernia, donde se celebró una de estas ceremonias y para la cual los legionarios recibieron invitaciones de... los Boinas Rojas. Probablemente una (feliz) iniciativa de la UNP, cuyo presidente (el General Piquemal) llevaba una boina roja... el lugar fue ciertamente bien elegido, pero aun así...
Recientemente, un exlegionario, expulsado de su asociación por razones ajenas a nuestra discusión, logró crear una asociación no afiliada a la FSALE, cuyo objetivo era la erección de una nueva estela en Moulins-sur-Allier, la ciudad natal del comandante, en honor al Comandante del Batallón Morin. Hay que reconocer que la iniciativa fue un verdadero éxito y la ceremonia de inauguración fue un gran acontecimiento: una guardia de honor del 2º REP acompañada del comandante, cadetes de Saint-Cyr en uniforme de gala, la banda de la Asociación de Antiguos Músicos de la Legión Extranjera, innumerables asociaciones civiles y militares y sus emblemas, cargos electos locales… El éxito fue tal que, animado por esta nueva notoriedad, el organizador quiso organizar una ceremonia de entrega de kepis blancos en una buena ciudad. Todos estaban de acuerdo, pero un contratiempo lo estropeó todo y la ceremonia se canceló. Pero aun así…
Pensábamos haber visto muchas novedades, pero, por desgracia, un evento reciente, una especie de guinda del pastel, ¡nos dio un buen susto! Tuvo lugar en el cuartel general el 30 de abril, donde se conmemoraba a Camerone y la bandera del 11.º REI, resurgiendo de sus cenizas, se entregaba al Grupo de Reclutamiento de la Legión Extranjera.
Las tropas estaban en sus puestos, las banderas y los representantes de las asociaciones de veteranos en sus posiciones habituales, cuando la Asociación de Legionarios Paracaidistas entró cantando y se ubicó junto al monumento de guerra, separada de las demás asociaciones, formando una entidad separada y singular…
Desde un punto de vista puramente estético, esto podría haber estado justificado…
¡Pero… aun así!
¡Ya basta!